Infancia

Nací en El Puerto de Santa María (Cádiz) el 25 de Agosto de 1981.
Crecí y viví ideando mi futuro, siendo autosuficiente, deseando por encima de todo el amor de mis padres y confiando en el amor verdadero. Ese que algún día llegaría.

Adolescencia

Trasladé todas aquellas carencias a experiencias intensas, hambre de comprender los porqués, rechazo de mi historia y de mi misma.

Hasta mis 39

Desarrollé un curriculum académico y empresarial excepcional para mi edad.
Acumulé éxitos.
Desarrollé métodos propios de desarrollo personal, económico y profesional.
Gocé de reconocimiento internacional.
Cumplí sueños.
Viajé por el mundo. Aprendí idiomas. Tenía todo lo que quería.
Sostuve lo insostenible.
Me domestiqué y me volví productiva.
Daba lo que suponía que los demás querían.
Hasta que la vida me dio la oportunidad de darme cuenta de que nada de eso me servía.
Lo paré todo. Ni siquiera sabía si continuaría. Necesitaba recomponerme a mí misma.
Ya no quería seguidores, halagos ni idolatrías.
Elegí adentrarme en mí y sentir la vida. Desmontar mi propio personaje. Elegirme como persona sin importar lo que hacía ni lo que tenía.
Quería verdad y autenticidad. Comenzando conmigo misma.
Dejé mi cuenta a 0 en todos los sentidos.
Mi niña comprendió que la espera de ese amor tan deseado había terminado.
La mujer apareció experimentando hasta los huesos que el amor verdadero comenzaba conmigo misma, a todas horas y cada día.
Lo viví.
Me sentí morir.

Desde mis 39

El 25 de Agosto de 2020 comenzó una nueva vida.
Sin esperarlo, mis padres me regalaron el primer encuentro juntos tras 27 años.
No soy ningún ejemplo a seguir.
Soy una vividora.
Soy una mujer viviendo la vida como una oportunidad de encuentro con la autenticidad. Esa autenticidad que brota cuando una ES y que hoy guía mis pasos como la brújula del ¿Por dónde es?.
Poco más me importa ahora que vivir una vida auténtica y ser quien soy en cada momento.

Desde septiembre 2020:

Siento hogar en El Puerto de Santa María. Tras muchos años por el mundo, he vuelto honrando las raíces, el origen. Deseando aprender de la gente del pueblo, de lo sencillo, del saber popular. Disfrutando de ese acento portuense y andaluz que tanto he camuflado y con el que ahora me siento tan a gusto.

Tengo un nuevo dni donde mi nombre, Isabella Magdala, me recuerda el camino que he elegido. Un camino sencillo, alejado de logros o mentiras del ego y cercano a lo auténtico y sincero del desarrollo humano.

Si pudiera resumir todo en un par de frases para compartir contigo a modo de síntesis, te diría que:

  • Jamás olvides que la vida te ama. La vida nos ama a todos. Sin excepciones. Y que…
  • Los tiempos de Dios son perfectos.

Un abrazo muy grande,